¿Cómo era el parque automotor en Caracas hace 50 años?

Jul 30, 2017   //   by itadmin   //   Novedades  //  Comentarios desactivados en ¿Cómo era el parque automotor en Caracas hace 50 años?

En 1967, Caracas celebró sus 400 años de fundada. Se organizaron numerosas fiestas en esta capital que ya era una de las metrópolis más grandes, importantes y cosmopolitas de América Latina.

Para ese entonces,  datos estadísticos de la época indican que su parque automotor arrojaba un índice de siete habitantes por cada vehículo, lo cual para entonces era sinónimo de bienestar. Esta cifra solo se hallaba por debajo de las grandes metrópolis norteamericanas (cuyo número era un carro por cada 2-3 habitantes) y alguna del resto del continente.

Los autos de la creciente Caracas de 1967 eran muy interesantes por su variedad, cantidad y calidad. Cabe destacar que el parque automotor era sumamente joven, no superaba los cuatro o cinco años en promedio. La característica predilecta de la mayoría de los automovilistas caraqueños de 1967 era que su carro fuese nuevo. Se consideraba  más relevante que el equipamiento, el origen o sus especificaciones técnicas.

En esa época se gozaba de gran oferta y gran variedad, y muchas posibilidades de financiamiento. Las cuatro mayores empresas automotrices de Estados Unidos (Ford, Chrysler Corporation, General Motors y American Motors Company) ensamblaban productos en Venezuela, en su mayoría a través de subsidiarias.

Los autos americanos típicos del mercado venezolano eran: el Pontiac Parisienne, el Chevrolet Caprice, el Chevrolet Bel Air, Fairlane, Galaxie 500 y LTD, el Chevrolet Nova, el Ford Falcon, Mustang, Ford Thunderbirds, Camaro, AMC Javelin y el Dodge Dart, entre otros.

Los historiadores afirman que los problemas de transporte, tránsito y movilidad en Caracas existen desde que comenzaron a circular los primeros autos por las pocas calles que había en la ciudad en 1904. Para 1967, el tráfico y la alta densidad vehicular en las principales vías de Caracas se enfocaba del mismo modo en que se hacía en el resto de Latinoamérica: con grandes unidades de transporte público.

El problema de movilidad trató de resolverse con autobuses cada vez más grandes. Sin embargo, pronto la densidad vehicular y el poco desarrollo de la infraestructura vial urbana obligó a pasar al uso de microbuses, más ágiles en el tráfico.

Después de 1967 y del conocido terremoto, comenzaron a inaugurarse los impresionantes complejos de autopistas interurbanas y distribuidores como “La Araña”, “El Pulpo” y “El Ciempiés”, que dejarían huella característica en el paisaje de la capital venezolana.

Con información de La Guía del Motor

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