Calor y tránsito aumentan la posibilidad de accidentes
Al calor del verano, manejar también puede ser un suplicio. No sólo por las rutas maltrechas que abundan en el país, los conductores peligrosos o el tránsito extremo, sino también por las altas temperaturas.
Y según un estudio de CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial) Argentina, el clima no es ajeno a uno a la hora de poner las manos sobre el volante. Es que cuando el termómetro marca 30 grados en el habitáculo del auto se incrementan en un 20% los errores de conducción.
El calor dentro del vehículo influye en las capacidades y en el comportamiento del conductor. Según la investigación realizada “induce a la fatiga y actúa como un factor potenciador de cualquier alteración o problema que pueda tener quien va al volante”.
Es más, otro de los datos importantes que revelan estudios realizados en Alemania, por ejemplo, es que a esa temperatura también aumenta en un 22% la demora en el tiempo de reacción.
Justamente en ese país, el club del automóvil ADAC –uno de los más grandes de Europa–, concluyó tras analizar las causas de accidentes registrados allí de 2005 a 2013, que con temperaturas inferiores a los 15 grados, sólo un 47 por ciento de los siniestros podían atribuirse a distracciones del conductor. Pero el porcentaje aumentó hasta 63% con temperaturas superiores a los 25 grados. “Cuando hace calor hay un deseo natural por salir del auto. Esto aumenta la impaciencia con otros conductores que cometen errores”, explicó Ulrich Chiellino, psicólogo de tráfico del ADAC.
“Si bien muchas personas cuando deciden la compra de un automóvil piden como requisito básico que tenga aire acondicionado, en esta elección prima el confort sin tener en cuenta que el aire acondicionado favorece la seguridad vial”, le contó a Clarín el Ingeniero Marcelo Aiello, Gerente General de CESVI Argentina.
¿Qué sucede, entonces,con quien maneja? Disminuye su atención, también la asimilación de información y la agudeza visual y sube su agresividad, sobre todo si se mantiene durante un período prolongado. El calor también produce pérdida del confort y anticipa los síntomas del cansancio como la somnolencia, molestias generalizadas, irritación y hasta pueden aparecer calambres y dolor de cintura. Otra contra puede ser que la transpiración puede irritar la visión y ésta dificultad puede generar distorisiones en el campo virtual.
“Análisis realizados en el interior de varios automóviles expuestos al sol, en los días de mucho calor, demuestran que la temperatura interior puede superar entre 5° y 15° a la temperatura exterior”, señala el informe. Por eso varias investigaciones comparan este efecto con la alcoholemia positiva.
¿Los conductores subestiman el calor? “Posiblemente no todos conozcan los riesgos de conducir con elevadas temperaturas”, respondió Aiello. Aunque parezca sencillo de resolver y ante las altas temperaturas, quien conduce –según CESVI–, debe hidratarse en forma contínua en cada detención, mantener el habitáculo ventilado, mantener las manos secas y limpias y no relajar la firmeza con la que se toma el volante. Todo para que el ser humano no pierda esta batalla contra el clima.
Fuente: Clarín