Mensajes mortales
El mal uso de la tecnología en combinación con la imprudencia pueden convertirse en “la receta para el desastre”, según revela un estudio realizado por investigadores del Cohen Children´s Medical Center de New Hyde Park.
Los accidentes automovilísticos son una dura realidad que se vive a diario, y en muchas ocasiones se asocia a la imprudencia, cansancio, estrés o al efecto del alcohol, drogas y otras sustancias en los conductores, los que al estar al volante bajo dichas condiciones se convierten en un peligro latente tanto como para ellos mismos, como para los que tengan la mala suerte de estar en su camino.
El estudio revela que los conductores que leen y envían mensajes de texto (SMS) o de manos libres o voz mientras están al volante son un peligro latente incluso mayor que los conductores en estado de ebriedad o bajo los efectos de sustancias alucinógenas. Pues realizar dichas actividades simultáneamente retarda de forma considerable nuestro tiempo de reacción (al doble o más) ante riesgos viales repentinos como una brusca maniobra de otro conductor, el cambio de luces del semáforo o peatones circulando en las calles.
Según las estadísticas, de 8947 conductores entre 15 y 18 años de edad, un 49% de varones y un 45% de mujeres envían mensajes mientras conducen, práctica que al parecer se incrementa con la edad: el 24% de los conductores de 15 años en comparación con el 58% de los de 18 años de edad. Porcentajes mucho mayores a los de los conductores ebrios y drogados.
El estudio también revela que realizar envió de mensajes en modo “manos libres” conlleva casi los mismos riesgos que el envío de SMS tradicionales.
Fuente: Chu.net