Cómo proteger a los conductores novatos
Según las estadísticas del grupo Tire Rack Street Survival, una organización sin fines de lucro dedicada a enseñar a jóvenes a conducir, los días entre el fin de semana del Día de la Recordación (a finales de mayo) y el fin de semana del Día del Trabajo (a principios de septiembre), en Estados Unidos, son los más peligrosos para los jóvenes conductores.
Las estadísticas muestran que en promedio, unos ocho jóvenes (entre 16 y 19 años de edad) fallecen en un accidente de auto cada día durante esos tres meses, en una tendencia que se teme también que aparezca en los datos obtenidos para el año 2012.
“Hay dos factores elementales que actúan en contra de los conductores adolescentes y es que estos carecen de madurez y experiencia al volante y los hace vulnerables a verse involucrados en mayor cantidad de accidentes automovilísticos”, indicó Elianne E. González, portavoz del Insurance Information Institute (III).
Los accidentes de autos son la principal causa de fallecimientos de personas entre 15 y 20 años de edad en Estados Unidos, según muestran las estadísticas, que también revelan que más de la mitad de esos fallecimientos ocurren a chicos que van de pasajeros y sin el cinturón de seguridad puesto. Otro factor visto en las estadísticas, es el aumento de las probabilidades que un accidente sea fatal cuando los conductores están acompañados de pasajeros adolescentes; y si se trata de tres o más pasajeros adolescentes, el riesgo se multiplica por cuatro.
Cuando se habla de accidentes de adolescentes, los peligros se incrementan con las distracciones y comportamientos inadecuados que los chicos realizan cuando manejan; cosas como comer, beber, hablar por teléfono o enviar mensajes de texto mientras conducen.
Aquí están algunas de esas recomendaciones para los padres y representantes que ayudarán a cuidar y mantener a salvo a los jóvenes conductores:
Selecciona un auto seguro para el joven conductor.
Evita autos muy pequeños y los deportivos que están diseñados para alta velocidad y desempeño, pues pueden tentar al joven a manejar a velocidades excesivas y peligrosas. Evita los “todo terreno” (SUV), camionetas o camiones, puesto que son más propensos a voltearse.
Haz que el adolescente tome un curso de conducir.
Un joven que aprende a conducir a través de un curso está visto más favorablemente por las aseguradoras que uno que aprende manejando con sus padres. De hecho, en algunos estados, los adolescentes deben tomar un curso si desean obtener la licencia a la edad de 16 años, o esperar hasta los 18 años si no toman el curso. Además, cuanta más práctica tenga el joven conductor mejor preparado estará para reaccionar a los retos que se le presenten en la carretera.
Conversa sobre los peligros del consumo de drogas y alcohol al manejar.
Enseña a tus hijos los peligros de conducir bajo la influencia de drogas, alcohol y otras distracciones peligrosas. Inculca en tus hijos el respeto a la responsabilidad de manejar siempre en control de las facultades y si se siente cansado o vulnerable, que entregue el volante a quien pueda manejar seguro.
Muestra a los jóvenes los peligros de las distracciones al manejar o de manejar incapacitado.
Recuerda a tus hijos y adolescente los peligros de las distracciones, pero no solo de las llamadas telefónicas o envío de textos, sino de otros aspectos como el uso de la radio, GPS, conversaciones con los compañeros o amigos y que sean comedidos y respetuosos cuando vayan de pasajeros en el auto conducido por otros adolescentes o conductores novatos. Los nuevos conductores deberían esperar a tener, al menos, 1,000 horas de experiencia conduciendo, o un mínimo de seis meses de experiencia, antes de llevar su primer pasajero adolescente en el auto.
Da un buen ejemplo.
Los conductores novatos aprenden por el ejemplo, así que mejor evita manejar descuidado o irresponsablemente para que no te imiten. Como padre, no dejes de usar siempre el cinturón de seguridad cuando manejes, nunca consumas alcohol.
Los padres necesitan participar activamente en la preparación para manejar y estos pueden implantar sus propias políticas de manejo para la familia. Lo importante es que se les dé acceso a los privilegios de manejar de forma paulatina y a medida que los chicos muestran que están preparados y maduros para tomar las decisiones correctas. Permite que los conductores adolescentes practiquen exponiéndolos a nuevas situaciones, como manejar de noche, o en situaciones climatológicas difíciles.
Fuente: Insurance Information Institute