El automóvil y la conducción tienen esa particularidad de transformar todo aquel que se sienta a su volante. Una persona nerviosa y viva puede convertirse en un conductor torpe e inseguro cuando se pone al volante. Del mismo modo una persona apacible y pausada puede convertirse en tirano, que vocifera y gesticula con todo aquel que se comporte de una forma que él considera errónea. Que aquél que no se altera al volante, ni un poco, tire la primera piedra. Leer más »

Desde el momento en que un ciudadano toma la posición de conductor, debe ser garante de su seguridad, la de los pasajeros y personas que se encuentran transitando por su paso, es por ello que el manejo preventivo es primordial, ya que consiste en una serie de hábitos mediante los que se pueden evitar accidentes viales.

De igual forma, la fluidez de la circulación depende de todos y cada uno de quienes se encuentran detrás del volante, siendo necesaria la colaboración y responsabilidad entre todos los usuarios de la vía, con el objetivo de transitar ordenadamente y respetando los espacios. Leer más »