Malas costumbres al volante
El secreto de la seguridad vial es la precaución en nuestra forma de conducir habitual. Sin embargo, el ser humano es un animal de costumbres (no siempre buenas) y al volante no podía ser menos.
A continuación, algunos «vicios» que debes eliminar de tu manera de conducir:
- No apoyar las manos en el volante: mantener la misma postura resulta incómodo y solemos apoyar una mano en la rodilla o en la palanca de marchas. Esto hace disminuir nuestra capacidad de reacción ante un giro brusco y pone en peligro nuestra seguridad vial. Lo ideal es colocar las manos como si fuéramos las agujas de un reloj marcando las diez y diez.
- Fumar o comer mientras se conduce: el hambre puede aparecer en cualquier momento. ¡Pero hay que ser fuertes! Las migas en el asiento, la colilla que se cae, la búsqueda del mechero… Todas estas distracciones limitan la movilidad y atención del conductor y aunque no lo creas, son causa de muchos accidentes de tránsito.
- Conducir pegado al vehículo que va delante: esto sólo sirve para que el cristal de nuestro automóvil no se llene de mosquitos y para poner nervioso al conductor que llevamos delante. Mantener la distancia de seguridad con nuestros compañeros en la carretera es una de las claves para evitar accidentes de tránsito ya que nos da tiempo y espacio a disminuir la velocidad en caso de un frenazo repentino.
- Acelerar cuando vemos el semáforo en amarillo: reconozcámoslo, en cuanto vemos la luz amarilla pisamos el acelerador como si no hubiera un mañana. Las prisas no son buenas consejeras. Más vale esperar dos minutos ante el semáforo que darnos un susto en el asfalto.
- Conducir sin cinturón de seguridad: ¿Qué ha hecho el cinturón para que le tengamos esa manía? Él nos protege de accidentes de tránsito y no nos aprieta porque es elástico. Démosle una segunda oportunidad y no nos arrepentiremos.
Fuente: Segurnauta