Exceso de «ojos de gato» en vías

Dic 26, 2013   //   by itadmin   //   Novedades  //  Comentarios desactivados en Exceso de «ojos de gato» en vías

Cortesía El Universal

En la autopista Francisco Fajardo, donde se ejecutaron cinco de las seis soluciones viales para mejorar la movilidad en Caracas, instalaron reductores de velocidad conocidos como «ojos de gato» en cada uno de los accesos, los que, a juicio expertos en vialidad, no tienen las dimensiones ni el espacio establecido en el Manual Venezolano de Disposiciones Uniformes para Control de Tránsito.

Además afirman que se ha abusado del uso de estos dispositivos en una vía rápida, como la Fajardo, donde la velocidad se ve recortada y en vez de prevenir accidentes de tránsito los propician, según afirma Celia Herrera, presidenta de la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Transporte y Vialidad (Sotravial).

Estos dispositivos fueron colocados en la rampa que colinda con el abasto Bicentenario de Plaza Venezuela, que da acceso a la Fajardo, en un espacio que ocupa más de 200 metros antes de la rampa.

Allí colocaron más de 25 delineadores (franjas) cada medio metro con ocho hileras de ojos de gato cada uno, es decir unos 200 de estos dispositivos, aproximadamente.

Similar situación ocurre antes del acceso al refugio de motorizados a la altura de Jardín Botánico en sentido Oeste y a la altura del puente de Los Caobos, pero es menor el número de ojos de gato, al igual que antes del puente de Las Mercedes y del refugio de motorizados de La Carlota.

Herrera, quien fue una de las profesionales de ingeniería que elaboró el Manual Venezolano de Disposiciones Uniformes para Control de Tránsito, asegura que en estas obras no se acataron las normas que establece este documento en su capitulo 3 que habla de las «Demarcaciones elevadas» (ojos de gato).

Consecuencias puntuales.- Considera que el exceso de estos dispositivos viales pueden generar daños en los vehículos, porque además fueron colocados en el canal lento de la autopista, utilizado por los conductores con autos más viejos.

Además indicó que el nivel de ruido cada vez que un vehículo pasa por estos dispositivos es dañino para la salud; por último, hay que contar los gastos para la Nación, porque instalar cada ojo de gato cuesta 112 bolívares, y por lo general el tiempo de duración no es mucho. Por otra parte, Herrera recuerda que en el año 2011 el Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT) decidió actualizar el Manual Venezolano de Disposiciones Uniformes para Control de Tránsito, que fue realizado en 1991.

Para este trabajo contrató a un grupo de expertos, entre ellos profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Afirmó que «este documento, producto de la iniciativa loable del INTT, incluye todas las especificaciones técnicas que garantizan la correcta utilización de los dispositivos, incluyendo las señales en general, incorporando además los materiales y tecnologías más novedosas. Sin embargo es el mismo Estado el que no aplica estas normas».

Deficiencias en otras señales.- Contradictoriamente en el resto de la ciudad hay deficiencia en las señales y la demarcación que por ley debe tener cada una de las principales arterias viales del área metropolitana y de las ciudades dormitorio.

Un diagnóstico que hizo este año un grupo de expertos en vialidad, en el marco del Plan Caracas 2020 de la alcaldía Metropolitana, refleja que el índice de la señalización en la ciudad es de 3,6 señales por kilómetro, muy baja en comparación con los estándares internacionales. Expertos consideran que «es bajo el número de señales verticales y horizontales en la red de vías nacionales, en comparación con los estándares internacionales». Los indicadores internacionales sugieren que existan 23 señales por cada kilómetro de vía.

Fuente: El Universal

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