Diez estrategias para preservar la seguridad de los niños en las carreteras
Cada cuatro minutos un niño muere prematuramente en alguna carretera del mundo. Otros cientos sufren traumatismos, muchos de ellos graves. Estos hechos dolorosos provocan sufrimientos y penurias inconmensurables y, en ocasiones, dificultades económicas para las familias y los amigos. Además, suponen un costo para los valiosos recursos que las sociedades deben desviar de otros acuciantes problemas de salud y desarrollo.
Muchos de los niños que son víctimas de desastres antropógenos son pobres. En consecuencia, los intentos por fortalecer la seguridad vial para los niños están íntimamente relacionados con las nociones de justicia social, y deberían ser parte de los esfuerzos mundiales por reducir la pobreza.
En los países en fase de rápida motorización, muchos de ellos países de medianos ingresos, las carreteras se suelen construir sin tener debidamente en cuenta a las comunidades por las que pasan. Históricamente, este fue también el caso en los países de altos ingresos. Es imprescindible cambiar de mentalidad para asegurar que las carreteras de todas partes sean seguras y satisfagan las necesidades de los usuarios, especialmente los niños, pero también otros grupos vulnerables tales como peatones, ciclistas y motociclistas.
Ese cambio es imperativo en el marco de los trabajos en curso destinados a promover modos de vida sanos. Caminar, andar en bicicleta y otras actividades físicas que contribuyen a prevenir el sobrepeso y la obesidad en los niños los expondrán inevitablemente al contacto con la carretera. Solo si esas carreteras son seguras los niños querrán utilizarlas, y sus padres y otros cuidadores les permitirán hacerlo.
Ninguna medida aislada abarca apropiadamente la amplia gama de riesgos para los niños en las carreteras, pero cada familia, comunidad y país pueden adoptar medidas orientadas a mejorar la seguridad vial de los niños. En los países que han conseguido las mayores reducciones del número de defunciones y traumatismos relacionados con el tránsito vial se ha constatado que la legislación rigurosa y su estricta aplicación, junto con el fortalecimiento de la seguridad de las carreteras y los vehículos, permiten mejorar la situación. El Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011–2020 de las Naciones Unidas ofrece un marco amplio para adoptar esas y otras medidas destinadas a velar por la seguridad de los niños en las carreteras.
Diez estrategias para preservar la seguridad de los niños en las carreteras:
- Control de la velocidad
- Prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol
- Uso de cascos por ciclistas y motociclistas
- Protección de los niños en los vehículos
- Mejoramiento de la vista y la visibilidad de los niños
- Mejoramiento de la infraestructura vial
- Adaptación del diseño de los vehículos
- Reducción de los riesgos para los conductores jóvenes
- Proporcionar atención adecuada a los niños con traumatismos
- Vigilar a los niños en proximidades de las carreteras
Fuente: Prevencionar.com