Aceleración voluntaria: Camino a la muerte

Mar 26, 2014   //   by itadmin   //   Novedades  //  Comentarios desactivados en Aceleración voluntaria: Camino a la muerte

Darwin Figuera (Ciesvial).- El Departamento de Justicia estadounidense anunció el miércoles pasado que Toyota Motor pagará mil 200 millones de dólares “para poner fin a demandas ligadas a problemas de aceleración de varios modelos de sus vehículos”.

Los problemas de aceleración repentina involuntaria llevaron al retiro de más de 6.5 millones de vehículos Toyota en Estados Unidos para corregir dos problemas que según la automotriz provocaron el desperfecto: alfombras de piso mal ajustadas y pedales de aceleración que se obstruían.

La investigación se dio basada en denuncias, que acumuladas presumían un máximo de 89 muertes en siniestros de tránsito en Estados Unidos desde el año 2000 y que éstas podrían estar vinculadas a la aceleración no intencionada en Toyotas y la línea de lujo Lexus de la compañía.

Hasta el momento no se conoce de denuncias procesadas en Venezuela sobre casos de este tipo, sin embargo hasta ahora hemos mencionado un problema de aceleración involuntaria repentina, es decir donde el conductor no tiene ningún tipo de responsabilidad ni competencia, por más decir que un problema bastante grave. Pero por qué no considerar un problema de gran magnitud la aceleración voluntaria que vemos diariamente en nuestras calles, avenidas y autopistas, donde el conductor observa las señales y muchas veces hasta duplica la velocidad sugerida.

Lo primero que es importante conocer que las señales que reglamentan la velocidad, no son colocadas por capricho de nadie, al diseñarse una vía se calcula la velocidad de proyecto o velocidad de diseño; es un dato usado para determinar las características geométricas de una carretera nueva durante el proyecto.

Contrariamente a la concepción general, la velocidad de proyecto no es necesariamente la máxima velocidad segura, puede ser mayor o menor. En tal sentido se puede definir como la máxima velocidad para la conducción con comodidad y seguridad. Entonces tenemos características geométricas, en donde sin duda alguna influye directamente la física al momento de conducir y la seguridad que las autoridades estiman.

Mientras más aceleramos, nuestro campo de visión disminuye, hasta un punto que al llegar a los 140 kph, ocurre un efecto llamado cataclismo óptico, en el cual los elementos que percibes a tu alrededor están completamente alterados. A mayor velocidad las consecuencias son mucho más graves.

Es importante que usted conozca que las pruebas de choque (Crash Test) para comprobar los elementos de seguridad en un vehículo se realizan a una velocidad máxima de 65 Kph. Es decir el diseño del vehículo debe aprobar condiciones de seguridad a esa velocidad; pero a medida que usted va aumentando esa velocidad la seguridad en su vehículo mengua rápidamente, poniendo en alto riesgo a los ocupantes del vehículo.

Aún con cinturón de seguridad y bolsa de aire, usted tiene altas probabilidades de perder la vida o sufrir lesiones discapacitantes.

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