Técnicas de visión en la conducción preventiva

Ago 11, 2014   //   by itadmin   //   Novedades  //  Comentarios desactivados en Técnicas de visión en la conducción preventiva

Como conductores tenemos unas limitaciones que requiere la conducción de vehículos a motor, sobre todo, cuando hablamos de velocidad. Si lo pensamos bien, la naturaleza sólo nos ha preparado para circular a 4 ó 5 km/h, que es la velocidad a la que camina una persona. Por tanto, si queremos conducir con seguridad un vehículo y evitar un posible siniestro vial tenemos que compensar estas limitaciones aplicando las siguientes técnicas:

~ El conductor debe mirar a lo lejos para tener anticipación y facilitar la toma de decisiones y respuesta. Es decir, no debemos mirar sólo el vehículo que nos precede sino, también, recoger la información del resto de elementos del tráfico rodado como, por ejemplo, señales, peatones, animales, construcciones de obra, etc…, con tiempo suficiente para poder analizarla y reaccionar adecuadamente.

~ Reconocer continuamente el entorno por donde circulamos para abarcar la visión lateral y periférica incluyendo los márgenes de la vía. Nuestra visión necesita un tiempo para poder analizar el entorno que nos rodea y como éste es muy cambiante debemos examinarlo constantemente, es decir, no bajar la guardia ante, por ejemplo, un peatón que pretende irrumpir por un lugar no habilitado, la apertura de una puerta de un vehículo estacionado, un vehículo de dos ruedas que nos adelanta por la derecha, etc.

~ Mirar por los retrovisores constantemente y no sólo al maniobrar para saber en todo momento lo que rodea a nuestro vehículo. La frecuencia con la que se mire por los retrovisores dependerá, evidentemente, del tipo de vía y la intensidad del tráfico pero se recomienda que la frecuencia mínima esté entre los cinco y diez segundos. Y, por supuesto, es imprescindible usar los retrovisores antes de cualquier maniobra y especialmente antes de frenar para evitar una posible colisión por alcance contra nosotros o indirectamente.

~ Girar la cabeza para controlar el ángulo muerto en maniobras o desplazamientos laterales como, por ejemplo, incorporaciones, cambios de carril, circulando por una glorieta circular, etc., ya que con este comportamiento completamos la información que nos dan los retrovisores. Unos 45 grados de giro de cabeza son más que suficientes para completar esa visión que nos falta y evitar las colisiones laterales que ocasionan los ángulos muertos.

~ Para finalizar, a los mandos del vehículo, ¡abre tus ojos!. No esperes a que te caduque tu licencia de conducir para revisarte la visión y evita la conducción nocturna, sobre todo, si has sido operado recientemente de problemas visuales.

Fuente: Circula Seguro

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