Cortesía vial: Un segundo para cambiar
Los congestionamientos, las colas y los retrasos en los que nos encontramos todos los días, en muchos casos tienen su razón de ser en violaciones a la Ley de Transporte Terrestre. Vehículos parados en doble fila o en lugares indebidos que consideran tener un pase V.I.P en toda la ciudad para pasar por encima a los derechos de todos.
Al hablar de cortesía vial es mucho más preocupante, porque no sólo estamos trasgrediendo artículos de una Ley, sino que estamos pisoteando algo que aunque no siempre se multa, le hace más daño a la sociedad, que es no reconocer ni respetar al otro.
Hemos visto con preocupación que en los últimos años, esa falta de reconocimiento por el otro se ha incrementado. Observamos con mucha frecuencia puestos de estacionamiento para personas con discapacidad ocupados por otras a quienes lo único que les importa es su beneficio personal, su vida, sus diligencias y el resto del mundo que se acabe.
En algunas sociedades este tipo de personas ya han sido calificadas con “Auto Retraso Mental” que es un padecimiento cosmopolita que en ciudades latinoamericanas afecta hasta 6 de cada 10 automovilistas y se caracteriza por la nula consideración por el otro y la estupidez desmedida.
Algunos consideran que este tipo de situaciones ocurre, porque vivimos en país subdesarrollado y que la pobreza invadió todos los espacios; pero lo más cumbre es que en la invasión de puestos especiales para personas con discapacidad vemos muchas veces vehículos de 1, 2 o 3 millones de bolívares fuertes.
Entonces ¿Qué está pasando? ¿Será que estamos creyendo que el poder económico o social nos permite seguir pisoteando cada vez más al otro? En una oportunidad logré ver en un importante centro comercial de Maracay a “un vehículo de transporte de valores” estacionado en un puesto identificado para personas con discapacidad, que incongruencia.
Creemos que es necesario dar un paso más adelante, ya que hemos indagado con el personal de seguridad de muchos estacionamientos privados; preguntando ¿Por qué no hacen cumplir la norma? A lo que nos responden con mucha frecuencia “cada vez que lo intentamos, lo que recibimos es insultos, groserías y hasta amenazas” es decir, que desde nuestra opinión los mismos centros comerciales deberían emprender nuevas estrategias para hacer respetar un derecho humano.
Hemos conocido que para enfrentar el problema en otras sociedades han implementado las conocidas “multas morales” con mensajes contundentes en calcomanías que dicen “luchamos por una ciudad, sin personas como tú”, “Ponte en nuestros zapatos, no te estaciones en nuestro lugar” etc.
Es necesario involucrarnos cada día más, la discapacidad puede llegar en un segundo, no estamos exentos y ojalá no nos toque aprender desde la experiencia.
Cada quien desde su espacio.- Con la publicación de Ley para personas con discapacidad en nuestro país, se dieron algunos pasos; entre ellos en su artículo 32 señala que “Los estacionamientos de uso público y privado tendrán espacios exclusivos para vehículos que transporten o sean conducidos por personas con discapacidad físico-motora, ubicados inmediatamente a las entradas de las edificaciones o ascensores, en las cantidades que la ley o norma al respecto establezcan”
Se supone que el mecanismo de presión que utiliza el Estado para que se cumpla lo ahí establecido es a través de los permisos. Pero quizás hace falta que la fiscalización sea permanente para que el beneficio llegue a quienes lo necesitan.
Artículo 33. Los estados y los municipios prestarán especial atención en el cumplimiento de este Capítulo. Los municipios se abstendrán de otorgar o renovar los permisos a quienes incumplan con lo establecido en este Capítulo.
Y en casos que hay que meterle mucho el ojo, donde queriendo cumplir con lo establecido en la Ley, demarcan el puesto para persona con discapacidad en el espacio sobrante, donde ni siquiera una persona con todas sus capacidades pudiese estacionar y salir del vehículo.
Todos los días, nos quejamos del país donde vivimos, decimos que nada funciona, pero cuando se nos presenta la oportunidad, la facilidad sólo por 2 minuticos, entonces ¿violamos los derechos del otro?
El mundo si puede cambiar; el país puede hacerlo, nuestra sociedad también; sólo que el cambio sólo se da cuando cambiamos nosotros y nuestro entorno. Es en sentido contrario al que creemos. Primero nosotros, después influimos en nuestra familia, ésta en la sociedad, de ahí el país y el mundo.
Comencemos a practicarlo, respetemos los puestos azules; un minuto nuestro puede ser una hora para ellos; no es lo cuanto tenemos, sino como nos comportamos lo que nos hará vivir mejor. Disfrutemos ser parte de ese cambio.
Darwin Figuera / Ciesvial