Vías perdonadoras o muertes anunciadas
Como muy positivo vemos el proceso de poda de algunos árboles que se ha llevado a cabo en el tramo Aragua de la Autopista Regional del Centro; y es que cada vez debemos mirar más a nuestro alrededor y saber que hay muchos argumentos para tomar acciones que puedan salvar vidas en las carreteras del país.
El inicio de la temporada de lluvia, genera amenazas en el proceso de conducción y sin duda alguna estas grandes ramas representan un factor de riesgo importante ya que al desprenderse generan situaciones que pueden significar la muerte por aplastamiento, o por la velocidad de desplazamiento del vehículo, que en un momento de lluvia pudiera generar colisiones múltiples con lesionados y fallecidos.
Sin embargo, se hace necesario que ese operativo se siga replicando en otros tramos de la ARC y del resto de importantes arterias viales del país, debido a que se siguen viendo obstáculos de este tipo y de los cuales seguimos alertando de la condición de riesgo que representan.
VÍAS PERDONADORAS
Ya en ediciones anteriores se ha hecho mención al tema de la visión cero de la seguridad vial, del cual todavía no se conoce mucho en Latinoamérica, pero sin embargo no le podemos dar la espalda y rechazar por el hecho de que fue creado en Suecia y que según algunos de nuestros seguidores, no nos podemos comparar con ellos porque pertenecen al primer mundo y nosotros, según, a un tercero o cuarto mundo; expresiones que no entiendo ni querré entender nunca.
La propuesta de vías perdonadoras, pertenece al proyecto de la visión cero de la seguridad vial y no es algo de extraterrestres, es un compromiso del Estado y de la sociedad a enfrentar el serio problema de la inseguridad vial, sólo debemos preguntarnos si estamos dispuestos a eso.
Esa disposición consiste, en analizar de manera permanente y minuciosa cada uno de los elementos que interactúan en la seguridad de los ciudadanos y ciudadanas en las vías. Esos elementos son vehículos seguros y vías seguras.
En ese sentido, cada estructura o elemento fijo alrededor de las vías, representa un factor que atenta contra la vida de conductores y peatones. Insistimos en este tema porque hace menos de un mes ocurrió lo que puede ser denominada la más importante tragedia vial ocurrida en el país en los últimos años donde murieron 20 personas y más de 10 resultaron heridas.
Éste no es un hecho fortuito y luego de haber ido al sitio, no cabe duda que la velocidad fue la principal causante de la magnitud de este siniestro, muy pocas veces visto, donde la unidad autobusera de 12 metros de longitud quedó seccionada en dos, lo que nos permite denotar que la velocidad mínima de circulación de esa unidad era 130 km/h y que además el impacto fue directo y contundente porque en el lugar no se evidenció huella de frenado, lo que hace cobrar fuerza la hipótesis del microsueño, sumada al exceso de velocidad.
Sin embargo, hacemos especial mención a las autoridades sobre el alto riesgo que representan este y muchos otros árboles y estructuras alrededor de nuestras vías, no podemos seguir dejando que este tipo de tragedia sigan ocurriendo, este y otros árboles deben ser eliminados con urgencia de la orilla de la autopista. 20 muertes, no sólo es ese número en las estadísticas, hoy son por ese siniestro vial más de 200 personas consideradas muertes pasivas. Madres, padres, hijos, hermanos y otros familiares cercanos que no vuelven a vivir como antes.
El compromiso por salvar vidas debe ser ahora mismo, esperar más puede significar, 100 o 200 venezolanos afectados por el resto de sus vidas por cada hecho vial de esta magnitud, o actuamos o erramos.
Darwin Figuera / Ciesvial