Cómo reaccionar en caso de volcamiento
Normalmente, un vuelco se inicia, cuando el vehículo tropieza con algo. Por ejemplo si las ruedas enganchan un pequeño obstáculo, pero también ante un deslizamiento tras una maniobra con derrapaje por medio. En los vuelcos es habitual la eyección de los ocupantes, su expulsión fuera del auto.
Las lesiones en un vuelco no serán graves si el pasajero no resulta expulsado del vehículo, dispone de un espacio de supervivencia adecuado y su cabeza queda razonablemente bien protegida contra los impactos.
Estudios experimentales confirman pocas lesiones de columna en ocupantes del flanco del vehículo que no impacta contra el firme, por lo que este tipo de heridas parecen más debidas a la intrusión del techo en el habitáculo que a las deceleraciones propias del accidente.
¿Cómo reaccionar?.-
Paradójicamente, muchas lesiones graves a causa de vuelcos no se producen como consecuencia directa del siniestro en sí, sino al querer salir rápidamente del vehículo o cuando la gente intenta asistir a las víctimas y las mueven de forma que terminan provocándoles lesiones.
En un caso así es imprescindible:
– Mantener la calma y no desesperar, aunque no sea fácil con el shock del impacto, el auto hacia arriba y los asientos inmovilizándonos. Los nervios pueden ser nuestros mayores enemigos. Ojo, pues podemos tener lesiones que no percibimos y un mal movimiento podría empeorarlas.
– Hacer caso a nuestros sentidos y tratar de percibir mediante la vista o el olfato si el auto no tiene alguna pérdida de combustible, que puede ser el único peligro inminente. Si no sucede,lo más aconsejable es esperar a que llegue ayuda para que nos asista para salir, sobre todo profesional.
– Si optamos por abandonar el auto por nuestros medios, lo primero es verificar en qué estado estamos con el cinturón de seguridad para evitar soltarnos y caer bruscamente lesionando nuestra cabeza, cuello o cualquier otra parte del cuerpo que impacte contra el techo o los restos del vehículo. Ahí es preciso apoyar manos y brazos para soportarnos cuando logremos soltar el cinturón, que puede no desengancharse con facilidad, obligando a cortarlo.
– Cuando salgamos, hagámoslo con calma para no acabar en medio de la carretera y ser atropellados o en una dirección que nos provoque caer en algún desnivel o barranco.