¡Mantén tu distancia!
La distancia de seguridad, frontal y lateral, es lo primero que hay que respetar cuando manejas. Esta distancia de seguridad es el resultado de la suma de la distancia de reacción y de la distancia de frenado. ¿Y a qué se refieren estos términos?
La distancia de reacción es el tiempo que tardamos en reaccionar frente a un peligro, mientras que la distancia de frenado es el tiempo que tarda nuestro vehículo en reaccionar una vez pisado el freno.
Es evidente, entonces, que la distancia de seguridad que deberíamos tener respecto a otros vehículos depende de diversos factores y no solo de nuestra destreza al volante. Por ejemplo, hay que tener en cuenta:
- Nuestro estado psicofísico durante la conducción;
- La falta de visibilidad;
- Las condiciones de la carretera;
- El estado del vehículo;
- La velocidad.
Como regla general, en condiciones normales, podemos calcular la distancia de seguridad adecuada dejando pasar un par de segundos de distancia con el automóvil de delante y, para estar más tranquilos, en carretera mejor dejar pasar, al menos, 3 segundos.
En circunstancias particulares, como condiciones atmosféricas adversas, si estamos cansados o si un tercer vehículo se está acercando demasiado, aconsejamos dejar pasar un segundito más de lo normal.
Fuente: Segurauto