Los “Diez Mandamientos del Buen Conductor” (y II)

Feb 6, 2014   //   by itadmin   //   Novedades  //  Comentarios desactivados en Los “Diez Mandamientos del Buen Conductor” (y II)

Recuerda que la mayoría de los accidentes sí se puede evitar. De hecho, el factor humano está presente entre un 70 y un 80 por ciento de las ocasiones.

A continuación, la segunda parte de los diez mandamientos del buen conductor:

El sexto: te tomarás en serio los adelantamientos

El adelantamiento es uno de los momentos más críticos de la conducción. Cuando vayas a realizarlo, no te olvides de insertar la marcha adecuada. El objetivo es rebasar al auto que nos precede en el menor tiempo posible. Resulta un error muy común iniciar esta maniobra sin haber reducido antes una o dos marchas.

Después de adelantar, debes volver a tu canal y respetar la distancia de seguridad. No te metas en huecos que los conductores están dejando con los vehículos que los preceden.

No atosigues; resulta irritante que otros automovilistas empleen las ráfagas de luces para indicar al vehículo precedente que se aparte.

El séptimo: no obstruirás el tráfico

Hay que respetar la prioridad de paso en las incorporaciones o salidas en las vías. Además, recuerda que los pasos de los peatones son “sagrados”.

El octavo: iluminarás tu camino

La perfecta iluminación se consigue manteniendo los faros limpios y reglados. La suciedad hace que el faro proyecte una luz muy pobre. El reglaje debe adecuarse a la carga del vehículo y es fundamental que sea correcto para no deslumbrar. El parabrisas debe estar limpio para evitar reflejos y sin fisuras.

Mantenimiento básico de los faros:

• Limpia el faro de barro y suciedad.
• Las lámparas se deben cambiar de dos en dos. Recuerda que su uso es simétrico.
• No te fíes aunque la lámpara siga funcionando. El filamento va reduciendo su intensidad a medida que se enciende, por lo que deben cambiarse aunque todavía den luz.
• Las luces de freno son tan importantes como las de los faros. Es fundamental ver y ser visto.
• Si se cambia sólo una de las lámparas halógenas, al haber perdido parte del flujo luminoso, la vista se fija más en las luces de la carretera.
• Una batería de carga por encima de lo establecido por el fabricante actúa de forma negativa en la vida de las lámparas, especialmente si se encienden antes de arrancar el motor y usar el alternador.

El noveno: no bajarás la guardia

La tecnología todavía no ha superado al ojo humano. Su visión de 180 grados y amplia profundidad de campo le permite mantener objetos enfocados a corta y larga distancia.

Sin embargo, hay que educar nuestra vista. Es imprescindible ampliar el campo de visión hacia el horizonte y los laterales y no fijar la vista en el capó de tu auto. Así, veremos más y actuaremos antes frente a situaciones inesperadas.

Recuerda que con lluvia debes frenar con suavidad y aumentar la distancia de seguridad.

Se muy cauteloso con las condiciones climatológicas adversas. No te fíes de las primeras gotas de lluvia, porque, al mezclarse con el polvo del asfalto y la grasa, forman un barrillo deslizante muy peligroso. El viento también nos puede jugar una mala pasada.
Revisa la presión de los neumáticos al menos una vez al mes. Recuerda que nunca lo debes hacer cuando estén calientes.

El décimo: cuidarás de tu auto como de ti mismo

No debemos olvidar que el automóvil es una máquina bastante compleja y, como tal, requiere cierto mantenimiento, atención y cuidados para que funcione siempre en perfectas condiciones.

Antes de salir a la carretera, es fundamental realizar una puesta a punto del vehículo. No se debe olvidar revisar el líquido de frenos, la batería, las bujías, los amortiguadores, el aceite y el anticongelante; dar un repaso al sistema de alumbrado (el correcto reglaje de las luces es fundamental para ver bien y no molestar a los conductores que circulan en sentido contrario), el estado del sistema de frenos y los neumáticos; y vigilar el estado de las escobillas de los limpiaparabrisas y los difusores de agua (unas escobillas en mal estado provocan mala visibilidad en caso de lluvia y propician el cansancio de la vista).

Por supuesto, hay que comprobar que llevamos el equipamiento que nos exige la ley: rueda de repuesto (en buen estado y con su presión correcta), juego de luces de recambio, dos triángulos de señalización y un chaleco reflectante.

Fuente: Actualidad Vial

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