Conducir con viento, más peligroso de lo que parece

Dic 19, 2013   //   by itadmin   //   Novedades  //  Comentarios desactivados en Conducir con viento, más peligroso de lo que parece

Al conducir con viento hay algunas recomendaciones que se deben tener muy en cuenta al volante, así que extreme las precauciones, además de abrir los ojos por lo que pudiera caer en la vía: árboles, contenedores arrastrados, etc.

Nada de soltar el volante.- Las dos manos sobre el aro. Firmes. Cualquier gesto, si coincide con una ráfaga, pueden suponer un gran susto. En ocasiones notamos que el auto se balancea, pero que lo controlamos con facilidad. Ojo con la falsa sensación de control. Es posible que el vehículo se estabilice porque la ráfaga ha cesado. El viento no es una fuerza continua. Viene y va y por ello es común que se confundan efectos sobre al marcha debidos a la inclemencia o a nuestras reacciones.

De hecho, con fuertes vientos es normal sentir como si al carro le faltara tracción. Al principio se parece más a un fallo del propio vehículo que a un fenómeno ajeno. Efectivamente, el viento de frente ralentiza el avance. Bueno, obliga a abrir más gas para mantener la velocidad por lo que se consume más combustible y si para o se reduce la resistencia del aire hace que el automóvil acelera su marcha de una manera considerable.

Cuando golpea por un lateral, sobre todo al subir una pendiente, la cantidad que fluye bajo el chasis lo empuja hacia arriba y además de arrastrarle sentirá que las ruedas no se agarran como deberían. Hay dos maneras de evitar este peligro. Reduzca la velocidad. Cuanto menos corra más control. Para luchar contra el viento lo que necesita es potencia, no velocidad. La segunda, y esto es importante todos los días, mantenga los neumáticos en perfecto estado de revista. Es básico no despistarse ni ante el desgaste de los cauchos, ni ante la presión que tienen las cámaras.

Anticipe a los imprevistos.- Si nota que la tormenta le empuja desde la derecha, trate de conducir más cerca del borde exterior de la carretera que del centro. Sin apurar, claro. Si viene de la izquierda, vaya un poco más al centro. De este modo tendrá más tiempo de reacción si es zarandeado cuando lleva un carro en paralelo. En autopista, por ejemplo, no es tan raro que dos vehículos que circulan a la par se golpeen lateralmente al perder uno de ellos la trayectoria.

Igualmente, extreme la precaución al pasar camiones o al entrar y salir de túneles. Los transportes de gran tamaño hacen una pantalla en la que no recibirá viento, pero al superarlos le llevará el golpe.

Finalmente, realice las maniobras con la mayor suavidad posible. Un marcha más corta atará mejor sus movimientos. Y recuerde que las ventanas tienen que ir cerradas en todo momento. La aerodinámica del auto no solo está pensada para que corra más y consuma menos. Cuanto menos recovecos y caminos le abramos al paso de aire más sencillo será canalizarlo en nuestro favor. Ah, si su vehículo tiene mucha superficie lateral, las furgonetas, lógicamente, pero sobre todo los todoterreno, que van muy altos sobre la vía, sea muchísimo más precavido.

Fuente: Diario Vasco

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